Es imposible escapar de Instagram

Es una evidencia que cada día pasamos más y más horas enganchados a la pantalla, viendo anuncios de manera constante a la vez que consumiendo contenido rápido, fresco e increíblemente atractivo. ¿Es casualidad? ¿Es parte de la evolución natural del humano con las redes sociales o hay algo más?

Y, lo importante para las empresas ¿Qué podemos hacer para aportar sin agobiar?

De monthly users a daily users

Instagram cuenta con lo que llaman «un feed basado en tus preferencias». Uno de esos algoritmos envueltos en secretismo que las marcas tanto necesitan dominar. Hace 5 años que lo desarrollaron, que publicar en el momento y hora indicados dejó de tener tanto valor… y pasó a ser más importante que tu contenido fuera relevante para quién lo consumiera ¿Y qué nos ofrecía ese cambio?

Ofrecer el contenido para que parezca y sea aquello que suele interesarte puede resultar muy atractivo. Seguramente, hará que te quieras quedar en la red más rato, no tendrás que ver contenidos que te sean ajenos, no tendrás que buscar demasiado lo que buscas, Instagram te entretendrá.

“Estoy en Internet, no me hagas pensar”

La razón sin maquillar

Twitter, Instagram, Facebook… necesitan siempre más.  Si no pueden crecer más en usuarios, buscan aumentar resultados a base de los que ya tienen. Más engagement, más horas frente a la pantalla, más dedicación de tu parte, como usuario. Si no pueden llegar a más usuarios, tu debes consumir el doble para que su curva de crecimiento no tenga tope.

Pero tú no pones ni un euro: consiguen que desaparezca la sensación de que piden más de ti. Pero debemos ser conscientes que bajo su pretensión de servicios gratuitos compran algo más valioso que lo que contiene nuestra tarjeta de crédito.

Estás en Internet y, cuando no quieres pensar, es porque lo que está en venta es tu tiempo y piensan por ti.

Seguimos teniendo nuestra libertad de búsqueda

Poco a poco limitan aquello que podemos descubrir, se recorta el factor sorpresa, la magia del descubrir. Ya no eres libre de buscar y encontrar: consumes lo que te preparan.
El engagement se convierte en etiqueta y la etiqueta en barrera.

El monstruo que ahora amenaza a esos distribuidores gratuitos de Internet no es otro que el aburrimiento. Las marcas y los distribuidores sobrecargan el sistema y llega el punto en que la gente se cansa. Los contenidos se convierten en rutina.

Y entonces, las marcas, bajan su engagement.

La solución para las marcas

Existen dos únicas vías para lograr la recuperación de los usuarios. La primera consistiría en que más gente llegara a tener acceso a la tecnología y pudiera sentirse atraído, convirtiéndose en un new user. En ese sentido trabajan Google y Facebook, llevando internet y, de paso, sus plataformas “gratuitas” a zonas del planeta donde no tienen acceso.

Está claro que la opción de llevar Internet a todos los rincones del mundo para conseguir nuevos usuarios queda a manos de unos pocos. Le sirve a Coca-cola y a Adidas. Las marcas de tamaños no-abismales deben pensar en otras soluciones mucho más locales.

Eso nos lleva a la segunda opción: elaborar estrategias pensadas para recuperar a los daily users sin presionarlos con contenido que ya llevan horas viendo. Y tenemos claro por qué puntos pueden pasar estas nuevas estrategias.

Debemos salir de los esquemas con algo más que golpes de talonario a las cuentas de anuncios de la red. Debemos apostar por estrategias creativas, por la publicidad muy micro-segmentada, por el mensaje personalizado.

Tendrán éxito, cada vez más, las campañas coordinadas con todas las acciones on y off  y, sobre todo, el ingenio. Hay que arrancar la sensación de rutina y de publicidad tradicional.

Debemos apostar por ser ÚTILES al usuario a cada post. Se acabaron los bombardeos que harán que dejemos de interesarles y nos enviaran al fondo de su algoritmo.